El Palo Mayombe
El Palo Mayombe es la rama que sigue más puramente los orígenes africanos, la menos sincretizada.
Hay dos componentes principales en el Mayombe: el culto a los antepasados y la creencia en el poder de la Naturaleza.
El culto a los antepasados comienza desde el mismo momento de la muerte en una serie de ceremonias funerarias que al mismo tiempo que evidencian el respeto hacia el fallecido aseguran a los vivos su benevolencia.
A estos muertos rendimos culto y respetamos como nuestros mayores por medio de rezos, ofrendas y sacrificios. Siempre están presentes en nuestras vidas para ayudarnos y guiarnos. Porque los muertos son también fuerzas superiores al hombre. El ser humano desencarnado posee unos podes superiores a los de los vivos, tanto en cualidad como en cantidad y pueden ayudarnos a ir evolucionando, a superar las dificultades de la vida por medio de los oportunos trabajos (Ngui) y guiándonos por medio de la adecuada consulta de los oráculos congos (Nkobo, Chamalongo, Mpaka, etc...). En una simbiosis única, el vivo recibe ayuda en sus necesidades y el muerto recibe aquellas energías que le hacen evolucionar, de aquí el pacto que el mayombero hace con determinados espíritus.
La Naturaleza: para el mayombero todo en la Naturaleza está dotado de energías, de algún modo dotado de "vida". Cada elemento natural, desde la piedra al animal, posee unas vibraciones y fuerzas susceptibles de trabajar en bien de la humanidad, con el permiso de Nzambi (Dios) y la ayuda del muerto y los Mpungos en beneficio de los hombres. El mayombero ha de ser buen conocedor de las propiedades de los elementos naturales tanto medicinales como mágicas ya que trabaja sobre todo con palos, hierbas, tierras, aguas, etc…
Hay dos componentes principales en el Mayombe: el culto a los antepasados y la creencia en el poder de la Naturaleza.
El culto a los antepasados comienza desde el mismo momento de la muerte en una serie de ceremonias funerarias que al mismo tiempo que evidencian el respeto hacia el fallecido aseguran a los vivos su benevolencia.
A estos muertos rendimos culto y respetamos como nuestros mayores por medio de rezos, ofrendas y sacrificios. Siempre están presentes en nuestras vidas para ayudarnos y guiarnos. Porque los muertos son también fuerzas superiores al hombre. El ser humano desencarnado posee unos podes superiores a los de los vivos, tanto en cualidad como en cantidad y pueden ayudarnos a ir evolucionando, a superar las dificultades de la vida por medio de los oportunos trabajos (Ngui) y guiándonos por medio de la adecuada consulta de los oráculos congos (Nkobo, Chamalongo, Mpaka, etc...). En una simbiosis única, el vivo recibe ayuda en sus necesidades y el muerto recibe aquellas energías que le hacen evolucionar, de aquí el pacto que el mayombero hace con determinados espíritus.
La Naturaleza: para el mayombero todo en la Naturaleza está dotado de energías, de algún modo dotado de "vida". Cada elemento natural, desde la piedra al animal, posee unas vibraciones y fuerzas susceptibles de trabajar en bien de la humanidad, con el permiso de Nzambi (Dios) y la ayuda del muerto y los Mpungos en beneficio de los hombres. El mayombero ha de ser buen conocedor de las propiedades de los elementos naturales tanto medicinales como mágicas ya que trabaja sobre todo con palos, hierbas, tierras, aguas, etc…
El Tata Nganga
El Tata Nganga, Padre Nganga o Tata Nkisi es el sacerdote de la religión conga, el médico (eso es lo significa la palabra Nganga), adivino, el brujo, poseedor de un Nkisi o Nganga, que trabaja con todos los elementos de la naturaleza y con los espíritus de los muertos.
No todo el mundo puede ni debe ser tata Nganga, hay que tener camino de palo ya que poseer una prenda implica una gran responsabilidad y sabiduría. Con la prenda se puede hacer mucho bien, pero al mismo tiempo mucho mal, como dicen los paleros viejos "lo mismo levanta que tumba".
En tiempos, y aún hoy, se escucha que el Palo es la cara oscura de la santería, una especie de magia negra oficiada por medio de los muertos... Cuando la persona no encontraba lo que buscaba en el Santo (generalmente para trabajos malignos) acudía al palero para que con sus encantamientos lo resolviera de modo que en el conocimiento popular quedó estrechamente ligado el Palo con lo maligno y la Santería con lo benigno. Esto no es así ya que son dos religiones absolutamente diferentes y nada tienen que ver una con la otra. Mayombe es bantú y congo, y Ocha yoruba y de Nigeria.
...El bien y el mal... residen en el corazón del hombre no en la religión.
Por el mismo motivo, la única manera de saber si se tiene camino de Palo es acudir a un mayombero para que mediante consulta al pie de la Nganga se determine si esta persona ha de entrar en Mayombe. Aunque algunas letras de Ifá pueden indicar la necesidad de iniciarse en Palo, el Babalawo consciente enviará a la persona al Mayombero para que lo confirme ya que esto es competencia exclusiva del Tata Nganga
Una vez determinado si la persona tiene camino de palo, y en caso afirmativo se procede a la ceremonia de la iniciación o rayamiento en que la persona pasa un rito de tránsito y nace como Ngweye, el hijo menor del Nzo (casa de palo), un novicio que inicia su aprendizaje. Deberá aprender de su padrino las nociones básicas de la religión, lengua conga, cómo comunicarse con sus fundamentos, las propiedades de palos y hierbas, de los minerales y animales, etc.
El Ngweye puede permanecer como tal o pasado un tiempo dar otro paso y ser iniciado Tata. Aunque existen excepciones en las que alguien por motivos importantes puede acortarlo éste es un proceso en que cada cosa toma su tiempo y tiene su lugar.
La Nganga o prenda.
La prenda, Nkisi o Nganga (la palabra Nganga sirve para denominar tanto al sacerdote como al receptáculo mágico) es el centro de la liturgia y prácticas mayomberas. Ésta puede adoptar varias formas, desde una figura (Nkisi), un saco de tela, o, lo más aceptado hoy en día, un caldero de hierro con tres patas. Dentro de este caldero el mayombero mantiene encerrados los poderes de la naturaleza. En ella residen los Mpungus (que no hay que confundir con los Orichas de la Santería, antropomorfos) fuerzas de la propia naturaleza, el viento, el mar, el monte, el rayo, el agua... Y no están presentes simbólicamente, sino que nosotros creemos que cada fuerza, cada espíritu, forma efectivamente parte de los elementos del Nkisi.
Además la Nganga es el asiento del espíritu de los antepasados, de un espíritu (nfumbe) con el que el mayombero hace un pacto o juramento y que liga a ambos para siempre, trabajando el nfumbe a las órdenes del mayombero, quien a su vez le proporciona aquellas cosas que necesita para evolucionar en un quid pro quo.
Así la Nganga es un universo entero en miniatura, y el mayombero puede utilizar todas estas fuerzas en el desarrollo de su misión
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